All posts tagged: relatos

Mi bisabuela feminista

por Cristián Orellana Es sabido que la Historia no la escriben solo los grandes próceres, sino que éstos van acompañados de pequeños actos de gente anónima que dan curso a los grandes procesos sociales. Al respecto, mi bisabuela fue una feminista aunque es probable que jamás lo haya sabido. No fue una Amanda Labarca o Elena Caffarena, pero tuvo un estilo de vida adelantado a su época. Rosa Albina Guerrero era originaria de Limache y como muchos chilenos, su familia se trasladó al norte de Chile a inicios del siglo XX para buscar trabajo en faenas relacionadas con la explotación del salitre. En Tacna (en ese momento bajo ocupación chilena) se casaría con Gualberto Miranda y tendrían una hija, Florencia. Hasta allí todo normal y correcto. La historia comenzó cuando don Gualberto desaparece del mapa y deja solas a esposa e hija. Al respecto circulan dos historias en nuestra familia: Que se habría ido a la pampa a catear minas (en el más amplio sentido de la expresión), o que se habría escapado siguiendo los …

La receta

por Mauricio Embry En una nueva edición de relatos, presentamos a Mauricio Embry con un cuento sobre anorexia y juventud. En cuanto suena el timbre, Gloria se dirige rápidamente al camarín lamentándose por no haber alcanzado a hacer más abdominales. Al llegar abre la llave de una de las duchas y se moja el pelo. Luego se pone el uniforme encima de la polera transpirada. — ¿Y voh no te vai a bañar huevona? —le dice una compañera mientras se abrocha el sostén. Gloria no responde y simplemente se apresura a meter las cosas en su bolso lo más rápido posible. —¡A voh te hablo! ¿No te vai a bañar? —Me baño después en mi casa —responde Gloria sin mirarla a la cara. —¡Que erís rancia!, vai a andar pasada a ala todo el camino. Gloria no dice nada y se va del lugar con el pelo chorreando una mezcla de agua y sudor. —Esta mina siempre hace lo mismo —comenta otra compañera—. Nunca la he visto bañarse. Cree que porque se moja el pelo pasa piola, …

Denunciar y seguir: La violencia doméstica en terreno. (2° Parte)

por Bessy Gallardo Prado  Lea la segunda parte de la impactante historia de violencia doméstica y denuncia. Lo primero que hice después de la denuncia, fue ir al SERNAM. Me atendió una psicóloga quien llamó al centro de la mujer de Maipú. A los dos días tenía que ver a dos abogadas, lo cual me aterrorizaba porque es la profesión que estudio. Al hablar con la psicóloga, me di cuenta del nivel de daño que tenía, del cual era inconsciente. Era incapaz de ver que este hombre había “matado” varios aspectos de mi femineidad, los había anulado por medio del terror. Me di cuenta también de que me sentía muy culpable, me escuche justificarlo muchas veces. Gracias a la psicóloga aprendí a no hacerlo más. Le avisé a mis redes de confianza, porque es fundamental contar con una red de apoyo, y creo que las he construido a conciencia y con harta ayuda, no todas las mujeres la tienen, por eso muchas no logran denunciar. Algunos decían que yo era la mala, la que había querido que …

La Mujer y el sueldo mínimo

por Constanza Guevara No sé si fue buena o mala suerte, pero nací mujer. Citando a Simone de Beauvoir: «Todo el organismo de la mujer está adaptado a la servidumbre de la maternidad y es, por lo tanto, la presa de la Especie». Todo empresario puede verse limpio ante las leyes laborales establecidas. Ellos tienen total claridad de lo que están haciendo al contratar a una mujer, siendo o no madre. Ellos ya entienden qué significa ser soltera al mismo tiempo de ser madre. Es un criterio NO APLICADO bajo mi experiencia. Entonces supongo que ser hombre, no es tan difícil. Trabajo al lado de un compañero, que por lo menos dos veces a la semana me dice «usted lo único que tiene que hacer es casarse con un tipo con plata, nada más, esa es la única solución, ya le he dicho». Me ofende. El sueldo mínimo ha sido objeto de varios debates políticos, sin embargo en términos de salario son las mujeres las más afectadas. Así es como lo revelan algunos estudios donde las diferencias salariales …

Denunciar y seguir: La violencia doméstica en terreno. (1° Parte)

por Bessy Gallardo Prado  Tenía 6 meses de embarazo, a los 24 años fue el primer golpe. Creo que aún me duele. Peleamos, discutimos por plata. Al comienzo era otra discusión más, sobre un tema bastante discutido. Me tomo por el cuello y comenzó a ahogarme. Lo que recuerdo es que mis brazos eran de lana y que cuando comencé a desvanecerme me soltó. Mis hijos estaban en la otra habitación y eran muy pequeños. Tres años el mayor y 1 año 8 meses el menor. No se dieron cuenta de nada, yo lo único que logré hacer fue llamar a mi hermana e irme de ahí. Recuerdo que llegué a contarle a mi madre buscando protección. Su respuesta no fue lo que esperaba: “Es que tú eres muy chora*, lo heriste, él es el hombre, te pegó y está bien. Tú debes aprender a obedecer”. Esa respuesta me terminó de desmoronar. Además agregó: “¿Qué haces sola con tres bebés, sin dinero suficiente para mantener sola una casa? Aguantas.” Días más tarde, el me pidió …

Sucede que me canso de ser mujer

por Patricia Lara Ramírez De una familia con absoluta predominancia femenina, por circunstancias de la vida terminé en un mundo con absoluta predominancia masculina…Y entre estos dos mundos, sucede que me canso de ser mujer… En el trabajo… Me canso de tratar de no masculinizarme y hacerme valer como la mujer que soy. Me canso que mi seriedad y rigurosidad sea un defecto y la rigurosidad masculina sea una virtud. Me canso de atajar los goles que tratan de pasarme mis colegas. Me canso de marcar el paso profesional y económicamente mientras otros pasan fácilmente por mi lado. Me canso que los que no me conocen me menosprecien como profesional en un principio y que al final terminen sólo conversando conmigo y yo haciendo toda la pega. Me canso de que otros se lleven las flores mientras yo trabajo “tras bambalinas”. Me canso de ver como algunas congéneres se aprovechan del sistema. Me canso de que algunas congéneres me vean como una bruja en vez de estar orgullosas del género. En mi entorno familiar y particular… Ma canso de tener …

Llegó el día: Le conté a mi mamá

por Japanesa, publicado originalmente en su blog Ya van a ser casi tres semanas desde que me acerqué a ella, la miré y dije: “Ya no puedo mentirte más, no lo soporto”. Planifiqué tantas veces el momento, las palabras, el lugar, pero nunca dudé de la forma: Tenía que ser frente a frente. Pensaba en invitarla a un café, pero tal vez al mirar su cara complacida iba a preferir tragarme las palabras (aunque la garganta se me hubiera contraído hasta el atoro). Además, ¿cuál es el sentido de un preámbulo tan dulce si va a terminar con una declaración tan amarga? También pensé juntarnos en Parque Bustamante, pero no quería que al mirar a los niños jugando recordara las muchas veces en que yo avanzaba por las barras, tratando de batir mi record con las palmas rojas y con olor a metal. Llevaba varios días con la idea de que era el momento. En un par de meses se cumplirán tres años de relación con Ella; treinta y cuatro meses de ser muy feliz y no poder …

Me dijeron «maraca», «puta»…

por Anónima Acabo de leer un chiste que parte así: «un amigo le dice a otro amigo que conoció a una maraca que era tan pero tan maraca que era madre soltera…». Quien escribió esto no es nada menos que el padre de mi hijo. Por supuesto, yo soy soltera. Al parecer este sujeto se olvidó de que su madre se casó embarazada. Además se olvidó de que su hijo a quien dice amar hasta la muerte, es hijo de una madre soltera… De una «MARACA» como nos denomina él. Talvez no debí meterme a su cuenta de twitter a psicopatearlo. En fin, lo hice y qué? No lo volveré a repetir. Así pude enterarme de otra cosa mas sobre mi ex, malditos ex de los cuales es imposible desligarse. Me hizo reflexionar y llegué a varias conclusiones. Mientras le daba explicaciones de por qué no quería seguir con él y así dejara de hostigarme, el sujeto en su desesperación sacó un anillo para pedirme matrimonio mientras lloraba como un niño tierno, mientras mucha gente nos miraba, y …